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Nuestra historia

Más de 34 años de vida implica una trayectoria, una historia que se ha ido tejiendo bajo la voluntad y la gracia de Dios. 

Primera etapa  

Aníbal tenía en su corazón el anhelo de servir al Señor en el pastorado, después de regresar de cursar estudios teológicos en el Seminario CETECA
de Guatemala. Había sido enviado a estudiar allí, conjuntamente con Jacobo, por el misionero Pablo Shatuck, con el objetivo de que al regresar
siguieran con la obra de la Iglesia Nueva Vida, la cual funcionaba en este mismo lugar, en una vieja casa de madera.

Al llegar al país, después de cuatro años fuera, Aníbal no encontró espacio en la Iglesia Nueva Vida y decidió iniciar una obra, en la Urbanización de Altos de  Rafey que era donde vivía. Jacobo se casa con la joven Juhany Peralta y sale para Estados Unidos a completar sus estudios en un seminario de Carolina del  Sur.
Aníbal tuvo el apoyo incondicional de los misioneros Bill y Priscilla, dando inicio a una sesión semanal de estudios bíblicos y adoración en la sala de su casa  y un culto de adoración los domingos.
Le acompañaron en esta labor algunos hermanos que salieron de la Iglesia Nueva Vida entre los cuales estaban Ramón Paulino y Rosario, Don Tomas  Peralta y Teresa, Rafael Tomas y Angelita. Luego se unieron el hermano Rosario y su esposa Tina, Ada Portes y sus hijas Yilda y Wendy y con la labor de  evangelismo que realizaban estos hermanos la obra fue creciendo y sumando más hermanos, entre ellos la hermana Suny, Doña Lula, Rosa, Pascual y sus  tres hijas, y muchos otros. Un poco más tarde se unieron Gerson Báez y Gladys Peralta.

Se experimenta un rápido crecimiento, ya no había espacio en la sala de la casa pastoral y se decide salir a la marquesina de la casa donde hermanos como  Miguel Camacho, Rafael Tomas y Ramón Paulino (Mon) se turnaban para ir bien temprano a colocar las sillas para cuando llegaran los hermanos.
Así fue como en Agosto de 1987 se dio inicio a la que hoy es nuestra Iglesia Evangélica Fraternidad Cristiana, nombre que Aníbal había elegido recordando  una iglesia de Guatemala y el cual fue aprobado por todos los miembros.



Segunda etapa


Pablo y Sandra Shattuck, que pertenecían también a la iglesia Nueva Vida, comienzan un grupo de estudio bíblico en el Reparto Kokette, en casa de otro de 

los misioneros, Ildefonso Ortiz.


Cuando Jacobo y Juhany regresan, Jacobo comienza a dar apoyo al grupo del Reparto Kokette. Al pasar algún tiempo, salen del país Pablo y Sandra. Más 

adelante Ortiz y su familia también se van a Estados Unidos. Jacobo y Jorge Brower, este último quien era otro misionero, se quedan pastoreando esta 

pequeña iglesia.

Luego se trasladan a Villa Olga, a la casa de Jacobo y más adelante ocupan la segunda planta de una casa, también en Villa Olga, propiedad de los padres 

de Alex.


Se forma un grupo de jóvenes y Jacobo comienza a discipular a varios de ellos. Se retira Jorge Brower y Jacobo, anticipándose al momento que se acercaba 

de tener que salir a los Estados Unidos a hacer un recorrido por las iglesias que lo sustentaban, decide unirse, junto a los jóvenes, que eran prácticamente 

todos los miembros que quedaban, a la Iglesia Evangélica Fraternidad Cristiana. Algún tiempo después, sale Aníbal rumbo a Canadá. En la casa queda 

viviendo la familia Camacho.


La iglesia seguía reuniéndose en el patio de la casa de Aníbal. Entonces deciden techar la enramada con canas. Comienzan a soñar con construir un local e 

inician diferentes actividades para recaudar fondos y comprar un terreno. Movidos por la ilusión, unidos por un mismo propósito y con gran entusiasmo, 

trazan una estrategia y por medio de una granja que administraba Alex, propiedad de su padre, emprenden la venta de huevos. Con esta actividad logran 

reunir una cantidad suficiente para comprar un terreno en Altos de Rafey. Fue un momento emocionante, cuando un domingo, después del culto, se reúnen 

en el terreno que compraron y dieron gracias al Señor.


Pero poco después, reciben la noticia que el terreno no era apto para construir. Y otra vez, unidos en un mismo propósito, oran al Señor para que la 

compañía que había vendido, devolviera el dinero que habían pagado por la compra. El Señor los sorprende, haciendo que el dinero volviera a sus manos 

íntegramente.




Tercera etapa

Mientras esto ocurre, los pocos miembros que quedan en Nueva Vida, se van a otra iglesia y desocupan el local donde se congregaban. Este local era propiedad de MEDLA, que era la institución que daba cobertura a los misioneros que hemos mencionado anteriormente. El local permaneció cerrado por un buen tiempo.
Llegó el momento en que Jacobo debió salir del país. El Señor comienza a levantar una nueva generación de líderes, aquellos que dirigían el grupo de jóvenes de Villa Olga, quienes quedaron al frente de la iglesia junto a Bill y Denny Davis, otro de los misioneros.
MEDLA decide ceder el local de Nueva Vida y la IEFC comienza a funcionar en la vieja casa de madera.
Pocos años después sale Bill del país. La esposa de Dennys enfermó de cáncer y también se va a Estados Unidos. Por primera vez la iglesia tiene un liderazgo enteramente dominicano: Alex, José Alberto, Rafael Tomás y Gerson. Se nombran ancianos, diáconos, diaconisas y comienzan a funcionar los grupos de apoyo.
Por aquel entonces, Jacobo que había regresado al país y que tenía planes de trabajar con una iglesia de Santo Domingo, se le diagnostica cáncer y vuelve a Estados Unidos para ser tratado allá. Después de unos meses retorna al país y en poco tiempo muere. Fue un momento de gran desolación para la iglesia.
Buscando la dirección del Señor y su propósito, los líderes se retiran un fin de semana. Para entonces se habían incorporado al liderazgo José Luis y René.

René, fallece unos años después un en accidente de tránsito. Mediante lo que ellos llaman “El Manifiesto de Jarabacoa” establecieron la misión, visión y valores para la iglesia, así como su estructura. Comienzan a surgir algunos de los diferentes ministerios que tenemos en la actualidad.
La vieja casa fue demolida y con la ayuda de miembros de la iglesia, otros hermanos de diferentes congregaciones de los Estados Unidos y diferentes actividades que los ministerios realizaron se pudo levantar un nuevo templo.
En la trayectoria de nuestra iglesia es imposible dejar de mencionar el arduo trabajo y discipulado realizado por Pablo Thomposon y su esposa Carol, quienes por muchos años ministraron a la iglesia a través de enseñazas, talleres y conferencias, contribuyendo al fortalecimiento de los ministerios y de la iglesia en general.
Algunos de nuestros hermanos se nos han adelantado y hoy están en la casa del Padre. Hemos vivido juntos tantas situaciones diversas. Hemos reído y hemos llorado. Hemos celebrado tantas victorias y también hemos sufrido derrotas. Pero en medio de todas esas circunstancias, la gracia del Señor nos ha sostenido siempre. Su fidelidad, Su presencia no nos abandonan y Sus propósitos para nosotros siguen vigentes. Y con esta firme convicción seguimos adelante. Así que hoy celebramos Su fidelidad

con la alegría de saber que somos Su iglesia.